Una vez terminado el estudio preliminar y habiéndose determinado las horas probables de zarpada y arribo puede procederse a un estudio mas
detallado de la travesía.
Es conveniente trazar la derrota en la/las cartas generales a emplear o sea, la ruta que uno se propone seguir (generalmente, la mas corta).
Trabajar siempre sobre la carta de escala más adecuada disponible, es decir, aquella que nos muestre mejores detalles. Al trazar la derrota, el navegante deportivo debe ir interiorizándose de las zonas que
ha de surcar y recoger toda la información disponible al respecto. Lamentablemente no existen derroteros oficiales para embarcaciones deportivas. Argentina tiene editado un derrotero para embarcaciones de
porte donde pueden extraerse datos de interés; las revistas de náutica han sacado descripciones de travesías a diversos lugares de nuestra costa; puede consultarse la Guía de Turismo Náutico de Aguas y
Costas Uruguayas en venta en nuestra plaza y además, se trata éste de un buen momento para conversar, café mediante, con otros que ya hayan navegado la zona elegida para un buen y adecuado consejo. No
descarte de consultar Internet; hay sitios de náutica con toneladas de información. Recuerde que la carta es una herramienta y usted puede escribir en ella aquellos apuntes que crea de interés para
consultarlos durante la navegación.
He aquí el momento para evaluar los puntos de recalada. Estos puntos deben ser escogidos cuidadosamente teniendo en cuenta el alcance de
horizonte visual, que se trate de una disposición fácil de obtener (un buen través, al sur de …, etc) Si se dispone de navegador satelital (GPS), ahora es el momento para escoger los waypoints para la ruta,
determinar sus coordenadas, designarlos y luego de plotearlos de la misma forma en la carta, almacenarlos.
Seguidamente se deben verificar las ayudas luminosas a la navegación que hemos de encontrar a nuestro paso. No es mala idea trazar en la carta
las circunferencias de alcance visible de esas luces a partir de la información de la Lista de Faros considerando siempre la altura del ojo del observador. Recuerde que cualquier percance puede demorar su
arribo a puerto y aunque se planifique llegar con luz diurna (cosa que recomendamos) puede necesitar la información de las luces cuando ya se encuentre en el mar.
He aquí una lista de cosas que atender al inspeccionar las cartas y datos que conviene registrar en ellas para referencia rápida, aunque no
pretende ser “La Lista” (Después de todo cada uno sabe donde le aprieta el zapato).
a. Ayudas y peligros a la navegación que pueden ser avistados, usados o evitados.
b. Declinación magnética actualizada con su signo.
c. Contornos de la costa, pantanos, promontorios, objetos en tierra que puedan afectar la interpretación del radar o que
serán de utilidad en la identificación del lugar avistado.
d. Luces, faros, objetos de la costa con sus características detalladas, apariencia de las estructuras, etc. Puede agregarse
un diagrama a mano de nuevos edificios, etc. Que normalmente no aparecen en las cartas y sirven de referencia.
e. Lugares para reportar su pasaje frente a las estaciones costeras que, si bien no es obligatorio para embarcaciones
deportivas puede ser de gran ayuda en caso de que algo pase.
f. Estaciones de radio donde requerir las condiciones meteorológicas y consejo médico.
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